6.2.08

lA pUERTA


Es lo que me pediste, una puerta. Para no echarme de menos. Por ella entras directamente a mi habitáculo. Desde donde estás.

No puedo explicarte cómo funciona con palabras (un conjunto de figuras geométricas imposibles que dan vueltas).

Tiene un entorno, se lo he puesto ahí sólo para que tenga uno. Es un callejón; en el suelo crece la hierba, y es tan largo como a ti te apetezca caminar.Puedes venir, mirar y volver; puedes entrar, darme un beso y marcharte.

O puedes quedarte.

En vez de mirilla, tiene una escotilla, para que puedas ver todos los ángulos (a veces me duermo en un rincón a los pies de la cama o me quedo en cuclillas en la esquina del armario).

La farola es muy fea, pero me salió sola. Como a tí te gusta idear lámparas, he pensado que cuando tengas un rato puedes hacerla tú. Yo me ocupo de los tornillos y la electricidad. Si quieres, en vez de farolas, te puedes inventar una luna. Yo me encargo de fijarla para que brille siempre, aunque llueva.

Porque llueve por lo menos tres días todas las semanas. Así entrarás mojada, te quitarás la camiseta, y yo me quitaré la mía para abrazarte. Por eso he puesto un toldo, y te he dejado un paraguas, para que no manches el suelo cuando vuelvas.

Hay una campana con un cordel, para llamar. Yo siempre dejo la puerta abierta para ti, pero a veces se me va la pinza y me encierro, ya sabes.

Deja los zapatos en la entrada.

Ten en cuenta que si no me avisas de que estás fuera, creeré que estoy solo, y puede que me veas haciendo el tonto: teniendo conversaciones conmigo mismo en voz alta, cantando en falsete o haciendo ruiditos agudos y graves alternativamente. Ese tipo de cosas.

Si estoy mirando al techo y sonriendo, probablemente estoy pensando en ti.

Si estoy sentado en un rincón llorando, muy posiblemente estoy pensando en ti.

Si estoy masturbándome, casi seguro, estoy pensando en ti.

Si me golpeo la cabeza contra la pared hasta sangrar, con toda seguridad estoy pensando en ti.

Estés o no estés, siempre estás.

Si vienes y no entras, pon una chincheta en la puerta. Para que yo sepa que has estado. Quiero esforzarme en ser transparente, pero necesito saber en qué lugar estás hurgando.

De todas formas, prefiero que te quedes.


5 comentarios:

MEMEPEDIA dijo...

Me gusta esta puerta. La voy viendo, y me dan ganas de hacerme una parecida. Le pondría un tarro de sugus cerca, para endulzar los momentos agrios.
Buen trabajo!

Anónimo dijo...

La puerta parece lejana y pequeña; ciertamente la lámpara quizas sea de otro lugar de otro tiempo porque no se luce mucho.

El ojo de buey intriga, es curioso, seguro hay más, aunque a travez del vidrio reflectante se desdibujen solo un techo, una cama, un armario y una pared manchada.

Lo más probable es que tome el paraguas prestado, supongo q es de esas cosas "talla unica" o universal.

Te dejo las botas, el agua de lluvia siempre se filtra de todos modos.

Anónimo dijo...

Joder Diego! Por qué sólo viendo esa linda puerta, por la que a mí también me han entrado ganas de entrar, puedo imaginar perfectamente todo lo que hay dentro...hasta el más mínimo detalle?

Cada día me sorprendes más...eres una genialidad en sí misma......

Quiero este post en mi fotolog...dime si algún día puedo tomarlo prestado...
Me ha encantado!
Me encanta la fantasía real que has creado, puedo entrar sin llamar? Prometo no molestar, ni a tí, ni a ella...

Besos azules

Anónimo dijo...

Lo quiero, lo quiero para hoy! Ya!!! Si no va a perder el sentido...!
Lo he leído tres veces y no me canso!
Qué me dices Diegs? Pero dime algo!!! Tu mutis no me sirve de naaaadaaaa!!!!
Besos azules

Anónimo dijo...

He vuelto a escribir en psicodelia bajo el sol...porque sí, porque la gente me pedía que lo hiciera para poder comentarme cositas, ya que el mundo fotoilogico es bastante sectario y sólo permite dar opinión a aquellos que estamos dentro. Todo lo que escribo en mundos azules, lo transcribiré aquí...

Besos azules